En el número 388 de la Creu de Barberà de Sabadell está haciendo una excelente labor este restaurante de pintoresco nombre: Omplepanxes. Los responsables son Joan Caparrós y Elizabeht Navarro matrimonio que en realidad sólo lleva un año dedicado de pleno a la hostelería; pero Joan es un curtido cocinero de los que se dedican por pasión. De hecho, este Omplepanxes es la realización de su sueño y se nota porque está plagado de detalles de calidad poco frecuentes en los restaurantes.

Pero vamos al lío. El martes tuve ocasión de paladear sus recetas. Escogió Joan el menú basado en la carta. De primero me plantaron en la mesa una bandeja más que plato, con una excelente verdura en tempura. Calabacín, berenjena y zanahoria cortadas en tiras, sobre el plato cubierto por una lluvia de parmesano y miel. Muy rico y el contraste de sabores muy conseguido.

Un diez

De segundo probé el solomillo de carne de ternera con salsa de uva negra y cubierto con mostaza a la antigua en grano. ¡Waw!. El plato brillaba con el bellísimo color burdeos de la uva y el solomillo agazapado bajo la capa de mostaza. Encontré apasionante el dulce de la salsa con el ácido de la mostaza. Y la carne de Girona de una textura tiernísima. Un diez. La salsa recibió una lenta y mimada cocción para lograr el resultado que se muestra en la imagen. La calidad del producto y la honestidad en las preparaciones son marca de la casa.

El postre que aquí es casi siempre casero, remató la faena de forma magistral: un coulant de chocolate, de los más ricos que he probado; y he probado muchos. El único pero, por poner alguno (que si no parece que no soy objetivo), es la nata que aunque de gran calidad, era de presión. Si hubiera sido de pastelería hubiera sido de matrícula de honor.

Las fotos: