Teníamos ganas de comprobar si la oferta de pescado y marisco que el asador Casa Fuster ha incorporado recientemente a su carta estaba al nivel de sus suculentas carnes. Así que hemos aprovechado la coyuntura para dejarnos caer por este recomendable restaurante y así probar algunas de sus piezas más destacadas. Entre los frutos del mar que se pueden probar a partir de los jueves está el tronco de merluza en diversas opciones, suquet de rape, salmón ahumado, arroces en distintas versiones (caldoso con bogavante, con bacalao, negro) y cómo no, el bogavante flambeado al horno.

Probamos tres recetas: Salmón fileteado, ahumado y marinado con aceite de oliva virgen y sal gruesa. Se nota que estamos ante un producto fresco que ha sido trabajado con esmero por el equipo de cocina. Las cosas buenas del comer necesitan poco aderezo y este es un buen ejemplo.

Siguieron unas almejas a la marinera, limpias de arena y sabrosas. Tras este plato, llegamos al bogavante entero, cortado por la mitad, preparado frugalmente al horno y flambeado, descansando sobre un lecho de hojas de lechuga, destacando por su colorido la hoja de roble. Es un manjar para los amantes del marisco que está al nivel de la exitosa oferta de Casa Fuster.

Para rematar la faena un postre de sabor exótico: mousse de coco y piña con chocolate blanco y frutos rojos. Aunque para nuestro gusto pecaba de frío. Un pequeño golpe de micro habría dado la textura adecuada.

Acompañamos la comida con un vino blanco Blanc Pescador.

Queremos hacer mención especial al pan que se come en esta casa y que denota el afán por hacer las cosas bien hechas. Lo elabora un panadero en exclusiva para Casa Fuster. Un pan como los de antaño, con esponjosa molla y crujiente corteza que ha recibo un mimo extraordinario: levaduras tranquilas, de fermentación lenta, que consiguen un pan aromático y sabroso de larga duración. Con tomate y aceite es por si solo un manjar. Este pan lo venden también al cliente.

Os pasamos algunas fotos: