Abandonarse al placer del comer rodeados de historia es una combinación de lo más recomendable. En estos tiempos del fast-food en los que las prisas nos atropellan, resulta reconfortable situarnos en un entorno que en otras épocas fue incluso monasterio y que hoy invita a la calma.

Hacer las cosas a la manera tradicional, concederle a las recetas el tiempo necesario para lograr sabores de toda la vida; es la filosofí­a que mejor define la cocina de esta casa, en la que por ejemplo, el salmón y el foie se elaboran artesanalmente.
Gastronomí­a por tanto, tradicional, con producto fresco, buena variedad de recetas y con una carta de golososos postres: tarta tatin, tiramisú "made in" Toni, sorbete de mojito, etc...

"Com Deu mana", puntualiza el cocinero.
De su carta destacarí­amos los arroces caldosos: con pescado y marisco, bacalao con verduritas... La cazuela marinera con merluza y rape, brocheta de verduras o la de magret con langostinos con alií±o argentino.
Platos clásicos junto a otros más actuales como la papillote en pasta brik rellena de tallarines salteados con mariscos, por ejemplo.

El apartado de sugerencias es muy recomendable ya que podemos encontrar según la ocasión, cochinillo asado, dorada a la sal, pierna de cabrito a la segoviana, o el auténtico "secreto" ibérico (pieza de cerdo ibérico especialmente jugosa), entre otras.
Abre las noches de viernes, sábados y vigilias.