La verdad es que después de hacer una degustación de las recetas de La Piemontesa el veredicto es que se nota un esfuerzo por hacer las cosas más que bien, desde los entrantes como la fina burrata con pesto, cherrys confitados y piñones italianos (todavía noto el sabor del piñón en la boca), hasta los postres artesanos como el delicado tiramisú que elaboran como marcan los cánones, con la crema de mascarpone y huevo, cacao y bizcocho bañado en café. (Le podrían haber puesto un poco de amaretto en la base para hacerlo perfecto.)
En las tres plantas de este enorme restaurante del centro de Sabadell hay espacio de sobras para disfrutar de una comida o cena, previa reserva por el maldito covid19. Su carta se puede consultar mediante un código QR que se encuentra impreso en el mantel de papel que te lleva a la siguiente dirección web: http://carta.lapiemontesa.com/cartalapiemontesa/carta-es/#carta-antipasti-es).
Las pizzas que ofrecen son de varios tamaños; yo me pedí una pantagruélica que debería medir unos 50 centímetros, aunque al ser de masa fina se come con facilidad. Al menos yo; pero si te sobra te la puedes llevar a casa.
Como queso-adicto que soy, escogí la opción llamada Dell'Emilia que estaba repleta de ingredientes: tomate, mozzarella, emmental, gruyer, parmesano, gorgonzola, bacon crujiente y cebolla caramelizada…
Pero como los italianos no sólo viven de la pizza también ofrecen burguers, pata de pulpo, buenas piezas de carne, amén de las pastas frescas y rellenas.
Y no dejad de probar sus postres. La próxima vez que vaya tiene que caer el Cannolo Siciliano que tiene una pintaza suculenta
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