Con una decoración intencionadamente rústica han logrado un escenario de lo más acogedor: paredes de obra vista, barriles que hacen la función de mesa, mobiliario de madera…
Manuel Carpio, uno de los dos socios, nos explica que la idea estaba muy madurada, por lo que la puesta en marcha ha sido muy rápida. «El horno de carbón vegetal es la base a partir de la cuál hemos desarrollado nuestra oferta», nos explica. «El Mesonet de Castellar» es una granja-bar-brasería con unos precios muy económicos.
Carnes y pescados
El citado horno les permite cocinar todo tipo de carnes y pescados sin que los sabores se contagien. De esta manera, el pollo, butifarra, secreto, pluma y chuletón ibéricos conviven con la dorada, salmón, atún, bacalo, pulpo y sepia en perfecta harmonía.
Si lo deseamos podemos decantarnos por los surtidos de embutidos ibéricos y quesos nacionales; y productos gourmets como la torta del Casar o las afamadas anchoas del Cantábrico.
También encontramos en su oferta las tapas tradicionales que irán incrementando según mercado y que se anunciarán en la pizarra. De momento, para hacer boca, disponen de patatas estilo bravas, pero al «caliu», pulpo a la gallega, lacón, sepia, muslitos de codornices confitados a la brasa… Etcétera.
La selección de vinos está realizada en función de su gastronomía para que mariden correctamente. Una de las curiosidades es que si no consumimos toda la botella nos la podemos llevar a casa.