Sencillamente perfecto. Hacía tiempo que no me sorprendía tan gratamente un restaurante como lo ha hecho el DUUO, no ya por su genial oferta gastronómica, si no también por su cuidada estética, la elegancia de sus salones, el mimo de los detalles y el excelente servicio que consigue que la experiencia sea gratificante de principio a fin.

Puede dar una imagen elitista, pero tanto los estudiados precios como la cordialidad del equipo humano se encargan de desmentirla.

Menos es más

En sus recetas respetan la pureza y frescura de la materia prima, con la que cocinan unos platos efectistas y deliciosos. No trabajan una carta muy extensa pero sí muy interesante, con grandes recetas de carnes y pescados. Además, incluyen productos de temporada a modo de sugerencias, y si lo encargamos pueden prepararnos por ejemplo arroces o selectas mariscadas.

Destacar la excelente comunicación del equipo de cocina con los camareros que saben muy bien explicar cada plato. 

Para los «foodies» que disfrutan con las presentaciones vistosas, recomendar el menú-degustación. El chef demuestra su alto conocimiento de las distintas técnicas culinarias desde los aperitivos hasta el postre.

Fabuloso el canelón de aguacate relleno de bogavante y espectacular el pulpo a la brasa ahumado con rooibos, igual que el postre: tarta de chocolate y espuma de crema catalana al humo de naranjo